Bukele ha mostrado tendencias autocráticas desde que ganó la presidencia en 2019, pero fue restringido por la Asamblea Legislativa y los tribunales, que se opusieron a algunas de sus medidas radicales para controlar la propagación del COVID-19. Sin embargo, en las elecciones de febrero, el partido del presidente ganó 56 de los 84 escaños de la Asamblea.
La primera medida de la nueva Asamblea Legislativa de El Salvador ha sido un golpe al Constitucional por haberse interpuesto en el camino unilateral del presidente, Nayib Bukele. El Parlamento elegido hace dos meses, de mayoría oficialista, aprobó el sábado la destitución de los magistrados titulares y suplentes de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
El 01 de mayo de 2021, día de la toma de posesión de las nuevas administraciones municipales y diputaciones, la “Bancada Cyan” destituyó de manera inconstitucional a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, mismos que emitieron resoluciones que de alguna forma frenaron los abusos del ejecutivo en 2020 en ocasión de la pandemia, esta destitución nos colocó en una situación de Golpe de Estado técnico al quedar sin uno de los poderes del Estado, vital para el equilibrio de poderes y la forma republicana del gobierno. Misma suerte corrió el Fiscal General de la República Raúl Melara. En ambas instituciones colocaron abogados afines a Bukele, de hecho, el mismo día cambiaron imagen institucional de la Corte Suprema de Justicia.
Una crisis política inédita desde el fin de la guerra civil en 1992 es lo que asoma en El Salvador, luego que el oficialismo tomara el control de la Asamblea Legislativa el pasado primero de mayo y como primera acción decidiera destituir y reemplazar a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y al Fiscal General de la República.
Entre la noche del sábado 1 de mayo y la madrugada del domingo 2, en su primera sesión legislativa tras arrasar en las elecciones de febrero de 2021, los diputados del partido de Bukele, Nuevas Ideas, dueños de la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa, violaron la Constitución salvadoreña para dar todo el poder a su líder; ya que no respetaron las leyes democráticas de El Salvador.
Irrumpió en 2019 como un terremoto que cambió la política de El Salvador. Hoy, a casi dos años de asumir la presidencia, Nayib Bukele está en el ojo del huracán: la oposición y organismos internacionales le acusan de atentar contra la independencia de poderes de los órganos del Estado.